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MANZANEDA DE OMAÑA: El río Omaña facilita las combinaciones de un bosque...

El río Omaña facilita las combinaciones de un bosque de galería:

En síntesis, con el acortamiento otoñal del fotoperiodo, las plantas van reabsorbiendo los nutrientes y el agua de las hojas, cierran los vasos conductores y dejan unidos los peciolos a las ramas por mecanismos puramente mecánicos. Si el viento no lo impide, esta ligera sujeción es suficiente para que el árbol quede vestido de hojas secas hasta la primavera siguiente.

El comportamiento de los robles melojos al igual que otros tipos de robles, no es enteramente idéntico, ni lo es tampoco el de los individuos de una misma especie en cuanto al reciclaje de nutrientes. En los rebrotes de cepa, o en las ramas inferiores de los troncos adultos se conserva mayor número de hojas marchitas que las ramas más elevadas, que con frecuencia pierden por completo su cubierta.

En cualquier caso, la relación entre la marcescencia y el temperamento intermedio de estas frondosas hace un signo evidente que estemos a caballo entre el mundo mediterráneo y el templado. Parece claro el hecho de que conservar las hojas es una estrategia encaminada a la protección de las yemas o encaminada a evitar la proliferación de taxones heliófilos vernales. También la marcescencia está vinculada a la optimización del reciclado de nutrientes en el suelo así, las hojas caen en el otoño, y muchas de ellas serian arrastradas por el viento, por lo que se exportaría biomasa fuera del sistema, mientras que la caída primaveral permite que la hojarasca encuentre unas condiciones climáticas propicias para una rápida descomposición o asimilación posterior.

En definitiva, no solo el ver un robledal nos da una referencia exacta de cuales son las condiciones climáticas relativas a la temperatura y a la precipitación, sino que además es importante en la formación de suelos, evita la erosión y bajo su dosel pueden crecer alguno de los subvenires mas apreciados, como todo un mundo de hongos, muchos de ellos susceptibles de aprovechamiento económico y gastronómico, como son:

· Amanita cesarea, la seta comestible por excelencia, y que podemos encontrarnos a lo largo de alguno de los puntos de estos robledales.
· Craterellus cornucopiodes o Trompeta de los muertos, que mide 3-9cm y aparece en Verano y Otoño.
· Fistulina hepatica o Lengua de buey, de 10-20cm y aparece en Otoño.
· Boletus aestivalis o Boleto reticulado, de 7-20cm y aparece en Primavera y Otoño.

Todo ello un bien digno de conocer, para conservar y preservar, maravillándonos de su esplendor, resultado no tanto del azar sino de condiciones muy particulares, que han hecho que este aquí por todas y por cada una de las razones anteriormente señaladas.