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MANZANEDA DE OMAÑA: Chimeneas...

Chimeneas

La casa primigenia no tuvo chiminea, de modo que los humos se perdían por la estancia entre el colmado o el llousao.

Las primeras estuvieron hechas de salguera o palera con un enfoscado de arcilla, o de tablas, prolongación de una campana de esos mismos materiales. Las que actualmente encontramos son de losa, con armazón de madera que la hace tener una forma de paralepípedo cubierto por otra losa horizontal o por dos a doble vertiente –para impedir la entrada de agua y nieve– y ligeramente levantadas para facilitar la salida de humos y su función como respiradero. Cronológicamente nos remiten a un tiempo más lejano. Algunas fueron motivo de esmero en el momento de construirse, pues, con acierto, se dispusieron pequeñas losas en “escamas” proporcionando a este elemento una clara vistosidad. Más tarde, al introducirse el ladrillo comenzaron a levantarse con este material, incorporando en su momento, dos tejas como remate para impedir que el viento hiciese retornar el humo. Es un método que localizamos en el entorno de Riello, es decir, en una zona más próxima al límite de la comarca con la ribera del río Luna y en la localidad de Canales.

Obviamente, no sólo se emplearon estos materiales. También la piedra labrada se utilizó para construir chimeneas de sección trapezoidal, tipología que se generalizó en la década de los años treinta. Se encuentran, además, fechadas: una en el año de 1935 y otra en 1950, con las iniciales del dueño de la casa. Son modelos introducidos en el área de Fasgar por unos gallegos de Pontevedra que tenían el sobrenombre de los “Adanes” 13, que, sin duda, se alejan de la tipología tradicional.