PALABRA SIGNIFICADO
RECOGIDA
Vecera Fem. Costumbre concejil, por medio de la cual cada vecino aportaba al rebaño común sus ovejas, cabras, gochos, vacas o caballos. El cuidado del rebaño se hizo por turnos o velía de dos, tres o más vecinos,, dependiendo de la magnitud del rebaño. Esta labor se encomendaba, por lo general, a rapaces de corta edad (desde los 15 años) y a mujeres. La vecera podía ser de ovino y caprino, por una parte, y de vacuno y equino por otra.. Las piaras de gochos, también podían constituir vecera, solas o en común con las otras dos. Su lugar de estancia y pasto eran los campos, prados o montes comunales. La responsabilidad del velero o pastor que guardaba ha estado perfectamente regulada y sobre él recaía cualquier desmán de los animales o cualquier problema atribuible, cuando se demostraba, la falta de atención. POr su parte, el estado de los animales que aportaba cada vecino al rebaño común también estaba reglamentado. Así, un pastor podía no recoger un ejemplar que considerase problemático. El toque de vecera consistía en tres badajazos seguidos. Pasorun muchus muchus y diban tous cun unas veceradas de vacas que pasmaban Manada de caballerías y ganado vacuno, perteneciente al vecindario. La vecera se echaba a las cinco, al toque de campana.
RECOGIDA
Vecera Fem. Costumbre concejil, por medio de la cual cada vecino aportaba al rebaño común sus ovejas, cabras, gochos, vacas o caballos. El cuidado del rebaño se hizo por turnos o velía de dos, tres o más vecinos,, dependiendo de la magnitud del rebaño. Esta labor se encomendaba, por lo general, a rapaces de corta edad (desde los 15 años) y a mujeres. La vecera podía ser de ovino y caprino, por una parte, y de vacuno y equino por otra.. Las piaras de gochos, también podían constituir vecera, solas o en común con las otras dos. Su lugar de estancia y pasto eran los campos, prados o montes comunales. La responsabilidad del velero o pastor que guardaba ha estado perfectamente regulada y sobre él recaía cualquier desmán de los animales o cualquier problema atribuible, cuando se demostraba, la falta de atención. POr su parte, el estado de los animales que aportaba cada vecino al rebaño común también estaba reglamentado. Así, un pastor podía no recoger un ejemplar que considerase problemático. El toque de vecera consistía en tres badajazos seguidos. Pasorun muchus muchus y diban tous cun unas veceradas de vacas que pasmaban Manada de caballerías y ganado vacuno, perteneciente al vecindario. La vecera se echaba a las cinco, al toque de campana.