VAMOS A ALEGRANOS LA MAÑANA CON ALGUNA CANCIÓN!
El señor Cura y Juanín
se ponen en las Piniellas,
porque les parece a ellos
que era la espera más cierta.
Estaban ambos a dos
entretenidos y hablando,
cuando miran para adelante
ya ven l corzo saltando.
El Cura le dice a Juan,
tira tú y tírale luego,
porque tienes mejor ojo
para la caza de pelo.
Juanín dice para sí:
allá te va un cañonazo,
¡ay, pobrecito del corzo,
pa mí que le partí el rabo!
Al ver que no se movía,
luego ha gritado muy alto:
-Venid acá, compañeros,
que el corzo cayó en mis manos.
Luego llegaron los mozos,
todos corriendo y saltando.
Cuando llegaron al sitio
era un rebollo quemado.»
El señor Cura y Juanín
se ponen en las Piniellas,
porque les parece a ellos
que era la espera más cierta.
Estaban ambos a dos
entretenidos y hablando,
cuando miran para adelante
ya ven l corzo saltando.
El Cura le dice a Juan,
tira tú y tírale luego,
porque tienes mejor ojo
para la caza de pelo.
Juanín dice para sí:
allá te va un cañonazo,
¡ay, pobrecito del corzo,
pa mí que le partí el rabo!
Al ver que no se movía,
luego ha gritado muy alto:
-Venid acá, compañeros,
que el corzo cayó en mis manos.
Luego llegaron los mozos,
todos corriendo y saltando.
Cuando llegaron al sitio
era un rebollo quemado.»