Eres faro en los revueltos mares,
medicina en el lecho de agonia,
luna en las noches de tiniebla fria,
norte de nuestra vida en los azares.
Jamás se oyó decir que a tus altares
acudiese algún hijo, Madre mía,
que no haya visto al punto en alegría
convertidos su llanto y sus pesares.
medicina en el lecho de agonia,
luna en las noches de tiniebla fria,
norte de nuestra vida en los azares.
Jamás se oyó decir que a tus altares
acudiese algún hijo, Madre mía,
que no haya visto al punto en alegría
convertidos su llanto y sus pesares.
Es muy bonita la poesia ¿es tuya?