Hay olores que evocan recuerdos. Un año al regresar mis padres de las vacaciones, me trajo mi madre una bolsa llena de tomillo que habia cogido en las Regueras. Fue abrir la bolsa y era como si estuviera en Manzaneda: era su olor. No os podeis imaginar la de veces que iba a meter mi nariz en la dichosa bolsa para empaparme del pueblín..