Hola, le he abierto un correo a mi madre, para que pueda contar en primera persona sus vivencias. Ahí va.
los apellidos no los se. Florona (era una mujer alta y gruesa) y David tenían dos hijas solteras. Una de ellas murió muy joven y todavía recuerdo lo mucho que me llamó la atención que el feretro fuera blanco (y no de color como era usual).
Del gran incendio tengo todavía imagenes vivas. Tanto me marcó que le sigo teniendo mucho miedo al fuego y a veces sueño que la casa está ardiendo por abajo. Yo tendría unos 11 años. Estabamos casi todos los del pueblo en los prados de la Braña recogiendo la hierba. Mi hermano Tuto y mi primo Conrado estaban con el ganado en las tierras de la Corona. De repente llegaron corriendo al alto, dando voces: ¡que se está quemando el pueblo! Los mayores salieron corriendo y nosotros pequeños quedamos con las vacas. Cuando nosotros llegamos al pueblo todavia ví como se hundia el techo de mi casa. Allí estaban muchos de Cornombre y varios de Santibañez, pero no se pudo hacer nada. Las cinco casas que estaban juntas fueron calcinadas. Solo quedaron los escombros, con ellas ardieron, conejos, gallinas. Mi tio Jose pudo sacar a los cerdos y unos terneros. Los llevó a casa de Liseo
los apellidos no los se. Florona (era una mujer alta y gruesa) y David tenían dos hijas solteras. Una de ellas murió muy joven y todavía recuerdo lo mucho que me llamó la atención que el feretro fuera blanco (y no de color como era usual).
Del gran incendio tengo todavía imagenes vivas. Tanto me marcó que le sigo teniendo mucho miedo al fuego y a veces sueño que la casa está ardiendo por abajo. Yo tendría unos 11 años. Estabamos casi todos los del pueblo en los prados de la Braña recogiendo la hierba. Mi hermano Tuto y mi primo Conrado estaban con el ganado en las tierras de la Corona. De repente llegaron corriendo al alto, dando voces: ¡que se está quemando el pueblo! Los mayores salieron corriendo y nosotros pequeños quedamos con las vacas. Cuando nosotros llegamos al pueblo todavia ví como se hundia el techo de mi casa. Allí estaban muchos de Cornombre y varios de Santibañez, pero no se pudo hacer nada. Las cinco casas que estaban juntas fueron calcinadas. Solo quedaron los escombros, con ellas ardieron, conejos, gallinas. Mi tio Jose pudo sacar a los cerdos y unos terneros. Los llevó a casa de Liseo