El Nuevo Recreo Industrial es heredero de otra asociación que desde 1870 y durante más de tres décadas reunió a un grupo de destacados leoneses.
León era entonces una pequeña ciudad de provincias donde una nueva sociedad intentaba abrirse paso. Su enunciado —nuevo, recreo e industrial— resume no sólo su
historia sino también su propia idiosincrasia desde que, en 1910, parte de aquel grupo de entusiastas diera un paso más y refundara aquella asociación. El Nuevo Recreo Industrial cambió el
Barrio Húmedo por su actual ubicación, el
palacio de Torreblanca, que entonces tenía alquilada el
Casino Leonés. La operación supuso un desembolso de 175.000 pesetas de la época. El
edificio, del siglo XVII, destaca por su
portada de
piedra, con un
arco de medio punto,
fachada de ladrillo y
adornos renacentistas. Como todos, el Nuevo Recreo Industrial ha pasado por malas, buenas e inmejorables etapas. Cien años dan para mucho y más en una ciudad como León. Leoneses como Nicóstrato Vela Esteban, catedrático de la Facultad de Veterinaria y padre del pintor José Vela Zanetti, también fueron socios.