La Real Basílica de San Isidoro, es una de las principales manifestaciones del románico occidental. El templo se construyó sobre el solar de la iglesia dedicada a San Juan Bautista y a San Pelayo, ambas fueron destruidas por Almanzor a finales del s. Por. Posteriormente, Fernando y, por inciativa de su esposa doña Sancha, construye un templo de nueva planta entre 1056-1067, para albergar las reliquias de San Isidoro, traídas desde Sevilla. Doña Urraca entre 1072 y 1100 realiza una ampliación.