INGREDIENTES:
Un litro de agua caliente
3 ó 4 cucharadas de harina
Una pizca de sal
PREPARACION:
Se pone a hervir agua y se añade la sal cuando esté hirviendo.
En otra cacerola se echa un poco del agua caliente y se añaden 3 ó 4 cucharadas de harina (según la cantidad que se quiera hacer) y se remueven añadiendo agua poco a poco, para que no se hagan grumos, hasta que la pasta no esté muy espesa ni muy rala. (Es fundamental que al añadir el agua no se haya enfriado, por lo que se volverá a calentar si es necesario).
Se cuece la pasta durante (entre 10 y 20 minutos), hasta que espesen y se pasan a una tartera de barro, haciéndoles un pozo en el medio en el que se echa mantequilla o manteca de cerdo con un poco de miel o azúcar, que con el calor de las papas se derrite.
Se comen mojándolas en el caldo formado en el agujero central y cuando se termina este caldo se pueden comer a secas o cortarlas en trozos y añadirles leche.
Las papas y las sopas de ajo eran las dos cenas habituales en los días de diario. En ocasiones se hacían con borona (harina de maiz) que cambiabamos por lentejas a las gentes de los pueblos de Asturias más proximos a Castilla, como Telledo, Tuiza, etc.
Un litro de agua caliente
3 ó 4 cucharadas de harina
Una pizca de sal
PREPARACION:
Se pone a hervir agua y se añade la sal cuando esté hirviendo.
En otra cacerola se echa un poco del agua caliente y se añaden 3 ó 4 cucharadas de harina (según la cantidad que se quiera hacer) y se remueven añadiendo agua poco a poco, para que no se hagan grumos, hasta que la pasta no esté muy espesa ni muy rala. (Es fundamental que al añadir el agua no se haya enfriado, por lo que se volverá a calentar si es necesario).
Se cuece la pasta durante (entre 10 y 20 minutos), hasta que espesen y se pasan a una tartera de barro, haciéndoles un pozo en el medio en el que se echa mantequilla o manteca de cerdo con un poco de miel o azúcar, que con el calor de las papas se derrite.
Se comen mojándolas en el caldo formado en el agujero central y cuando se termina este caldo se pueden comer a secas o cortarlas en trozos y añadirles leche.
Las papas y las sopas de ajo eran las dos cenas habituales en los días de diario. En ocasiones se hacían con borona (harina de maiz) que cambiabamos por lentejas a las gentes de los pueblos de Asturias más proximos a Castilla, como Telledo, Tuiza, etc.