La Trashumancia, LA RIERA

La Alegría de la llegada de los rebaños, con el ruido de los zmbos de sus mansos y el alegre campanilleo de todo el rebaño. Siempre cuando se sentían llegar las gentes del pueblo salían a felicitar a los pastores por la travesía realizada desde los pastos lejanos de las dehesas Extremeñas; y ahora pocas son las gentes que salen a recibirlas: pues por desgracia los que se mueren son nuestros Pueblos. Los pocos que quedan y los que vamos de vacaciones salimos a recibirlos con la misma ilusión de antaño, pues nuestros pastos se alegran con los alegres tintineos de sus esquilas y con los ladridos de los mastines. jm