Pues bien, te aseguro que hasta que los de Grajal no recuperen una dignidad que nunca perdieron, ni tú ni todos los que hay como tú, me van a impedir nada.
Eso sí, ponerte un fusil en la nuca para después disparate y enterrarte en una cuneta, no va conmigo. Quizá contigo sí.
Eso sí, ponerte un fusil en la nuca para después disparate y enterrarte en una cuneta, no va conmigo. Quizá contigo sí.