FOLLOSO: ¡Danny! ¿Con qué más se pueden untar ahora las palas?...

Por San Andrés casi siempre mi padre solía ir a la feria caballar que se celebraba en León y siempre le oí contar que era de las mejores para ver o comprar cualquier equino. Cuando volvía solía caer la primera "curcullada", se formaban los primeros "trabes" de nieve amontonada por el viento y se solía celebrar concejo para hacer "buelga" si la nevada había sido de envergadura. Si la nevada era de poca monta, cada vecino abría su camino hacia la cuadra, hacia el leñero y hacia la fuente para que el ganado saliese a beber agua. Se daba oficialmente la entrada al invierno con la derrita y todo el samartino iba curando, absorbiendo los taninos en la cocina vieja con los barales llenos. Los ganados se quedaban en la cuadra y a esperar la primavera.

Días más tarde, lo que ahora se conoce más popularmente por "el puente", que unos llaman de la Purísima y otros de la Constitución, se celebrba el día de la Madre, el 8 de Diciembre, fiesta religiosa de La Purísima Inmaculada Concepción. Había que hacer en la escuela la postal para la madre y escribir cuatro letras con aquellas plumillas encajadas en aquellos palilleros, unos demasiado gordos y otros demasiado finos que ibas mojando en los tinteros de loza blanca plantados en los agujeros redondos de los pupitres carcomidos. Con toda la atención ibas haciendo los trazos, que cuando iban de arriba abajo, el camino sembrado en el papel tenía forma y tamaño deseado, pero cuando el trazo era hacia arriba, a veces, el plumín se enganchaba en el papel, temblaba, y un sinfín de gotitas minúsculas de color azul emborronaban el campo blanco aún de "baco". Y vuelta a empezar, ahora con más miedo y mucha más inseguridad. Al final, por fin, libre de borrones, tenías tu joya, entre tierna y ridícula, que entregabas a tu Inmaculada con todo el amor del mundo. Entonces venía la relajación, después de recibir el contacto tierno del abrazo y el regalo más preciado de las palabras que te reconocían único, y te sentías poseedor de aquel bien interminable que llamamos mamá.

Un abrazo.

¿Qué significa "hacer buelga"? ¿quitar la nieve de la carretera? Al
principio, leyendo con prisas, pensé que decía "huelga", pero se
me hacía raro. No es como las curulladas tardías de Mayo, cuando sí se
puede hacer huelga hasta que la nieve se derrita sola.

Ana

PS. Feliz cumpleaños para Povisa con (mucho) retraso.

Hola Ana,

Cuando había caído una "curcullada que las gallinas daban con el rabo en el cielo", es decir que había caído una buena nevada, el alcalde pedáneo repicaba la campana y aquel toque convocaba a concejo que se hacía en la puerta de la Iglesia. Los vecinos acudían por el camino que cada uno de ellos había abierto de su casa a la del vecino, con quien había, seguramente, echado una "copina" y un cigarro y comentado la "pelona" que había caído. El orden del día era de punto único y no se leía el acta del concejo anterior. Se fijaba hora para abrir "buelga" hasta el pueblo de la Ñ, que ellos habrían abierto hasta Campo, los de Campo hasta Castro y ellos hasta Riello, o todos juntos porque la tirada era más larga, entre la Cuesta, el puente, la Labiada y los Ponticos. Era necesário el contacto con el centro neurálgico de la Comarca, dónde se situaba el comercio y los profesionales de la salud, médico, veterinario, practicante, los representantes de la paz y el orden, juez, notario, Guardia Civil y los medios de comunicación, telégrafo, correos y no sé si ya había teléfono público instalado. Para tener acceso a los asuntos religiosos y a la cartería se abría "buelga" hacia Rosales para empalmar con la que ellos abrían para también estar comunicados, ya que el cura y el cartero residían en Rosales, su pueblo natal.

Lo de abrir camino, o quitar la nieve del camino para poder transitar, decíamos hacer "buelga" o "vuelga", no sé cual es su ortografía, creo que con b. La huelga, ya sabes que es una medida de fuerza que utiliza la clase obrera para defender sus salarios y condiciones laborales. Puede ser también huelga políta o cierre patronal. En mi querido Folloso, las relaciones laborales solamente tenían un sujeto, cada uno trabajaba para si mismo, y cuando no trabajaban, que pocas veces eso ocurría, no le llamaban huelga, sino descanso. Recuerda que los Romanos dedicaban el apelativo de hombres dioses a los habitantes de Omaña, yo creo que no era por ser gigantes, o porque no los sometieran, los montones de guijarros de la Puebla del Castillo corroboran lo contrario, sino por la capacidad de trabajo, la resistencia, la constancia y tenacidad de los mesmos, así como, la cortedad del gasto para su subsistencia. Mucho trabajo, corto salario y escaso gasto, hoy me parece que le llaman "productividad".

Los turbones de mayo, suelen ser de poca monta, y cuando caía medio metro, el rey sol se encargaba en un plis plas de hacer correr los arroyos por todos los caminos y cuajarlos de rosarios de batracios y florecillas amarillas de tiernos pétalos.

Un abrazo.

Hola PEÑA, que tal como va la "buelga" camino de la "Ñ", tambien se llama "espalar" y las palas se untaban con sebo para que se deslizaran mejor en la nieve.
un saludooo

¡Danny! ¿Con qué más se pueden untar ahora las palas? que ya no hay sebo....
Peña and company quedaron en la curva de los "vecinos"... atrapados... no llegaron....