Peña, no sé qué decirte de tantas cosas que me has recordado. Ando mal de tiempo porque mañana salgo de viaje hacia León, pero cuando pueda volveré sobre el tema. Una tentación irresistible al oírte lo del domingo de Pascua, vamos que si el corazón mandara cruzaría media España para sentarme a la mesa con vosotros. Será para otra ocasión porque ahora ya no hay tiempo de planificar nada. Un abrazo.