La casa del Tío Amadeo, CASTILFALE

En realidad era el hermano mayor de mi abuelo Eugenio. Un hombre alto, que había estado en la guerra de Cuba, pasando calamidades sin cuenta... Sus hijos, Arturo sacerdote en Argentina, le vi alguna vez, pero Maturino era mi padrinos y guardo siempre el recuerdo de la peseta que me daba los domingos en el campo de pelota y que me convertía en el niño más feliz del mundo... Edesio era muy callado pero cariñoso y Mª Luz me llamaba siempre para adornar su casa con cenefas en lo alto de las paredes... nunca la he olvidado...
(19 de Septiembre de 2019)