Todos sabemos quién paga los errores de estos que se dicen llamar representantes del pueblo. Lo que me sorprende es que ese mismo pueblo que los elijió, siga cometiendo los mismos errores dándoles votos de confianza. Es necesario tener capacidad de optimismo, ante una crisis que puede superarse perfectamente si todos mantenemos las ganas y el impulso. Otra cosa es que con semejantes datos de algunos ayuntamientos, ese optimismo algunos lo tienen en su propia cartera y no en la del resto. Saludos Pirinaica.