Cristaleras en el palacio Episcopal de Gaudí, ASTORGA

Se le adjudican al contratista astorgano Policarpo Arias Rodríguez, pero Gaudí, para que no lo terminaran desvirtuando el proyecto, decide que se empleen albañiles y obreros catalanes que ya habían trabajado con él. Toda la obra avanza bien, hasta que en noviembre de 1893 el obispo Grau fallece. En ese momento las relaciones entre el arquitecto y el cabildo se deterioran, y finalmente dimite y deja la obra incompleta. Faltaba por construir la última planta y la cubierta, y Gaudí proclama: «no serán capaces de acabarlo, ni tampoco de dejarlo interrumpido«. Y casi acierta.
(9 de Octubre de 2021)