Los campaneros, comunicadores de la vida cotidiana, tenían una función tan importante como altura ocupa su lugar de trabajo, y no es poca...
La campana es un instrumento de bronce cuyo sonido ha llegado a ser signo de llamada.
Los toques regían la vida de los pueblos y construían el tiempo comunitario. Se podía saber el día que era por las campanas ya que su sonido era el único modo de saber los acontecimientos que ocurrían en el pueblo. Tales sucesos podían ser signos de alegría (bodas, nacimientos o bautizos, fiestas...) o de tristeza (desgracias, muertes y funerales). También se empleaba para llamar a reuniones, defender a la comunicad de males exteriores, recordar la necesidad de tener presentes a los difuntos, a los antepasados, marcaba el tiempo, se convocaba a los fieles, etc. Para todos esos hechos se empleaba el lenguaje de las campanas, que constituían el medio de comunicación más potente de la sociedad tradicional y uno de los más eficaces de toda la historia, si se conocía la significación del código empleado se comprendía el mensaje transmitido en el mismo momento en que se interpretaban los toques, sin necesitar de otro medio de comunicación.
Los toques de campana eran los siguientes: Tocar al alba.- Tocar a misa.- Tocar al mediodía.- Tocar al rosario.- Tocar a vísperas.- Tocar a fiesta.-
Tocar a clamores.- Toques de tormenta.- Tocar a perdido.-
El cargo de campanero en Villalbilla aparece ya en el Catastro de Ensenada, en el año 1752, si bien especifica que es para tocar las campanas a los nublados, y es de suponer que el cargo se desempañaba ya desde mucho tiempo atrás, tenía asignada su correspondiente retribución:
“A el que toca las campanas a los nublados, seis fanegas.”
En el año 1.904 se contrataban los servicios del campanero, para atender a los toques de campana cuando fuese preciso
"El día 2 de enero de mil novecientos cuatro se ajusto el campanero en cuatro fanegas de trigo y para que conste lo firma hoy día de la fecha. Eudosio Bañuelos".
La campana es un instrumento de bronce cuyo sonido ha llegado a ser signo de llamada.
Los toques regían la vida de los pueblos y construían el tiempo comunitario. Se podía saber el día que era por las campanas ya que su sonido era el único modo de saber los acontecimientos que ocurrían en el pueblo. Tales sucesos podían ser signos de alegría (bodas, nacimientos o bautizos, fiestas...) o de tristeza (desgracias, muertes y funerales). También se empleaba para llamar a reuniones, defender a la comunicad de males exteriores, recordar la necesidad de tener presentes a los difuntos, a los antepasados, marcaba el tiempo, se convocaba a los fieles, etc. Para todos esos hechos se empleaba el lenguaje de las campanas, que constituían el medio de comunicación más potente de la sociedad tradicional y uno de los más eficaces de toda la historia, si se conocía la significación del código empleado se comprendía el mensaje transmitido en el mismo momento en que se interpretaban los toques, sin necesitar de otro medio de comunicación.
Los toques de campana eran los siguientes: Tocar al alba.- Tocar a misa.- Tocar al mediodía.- Tocar al rosario.- Tocar a vísperas.- Tocar a fiesta.-
Tocar a clamores.- Toques de tormenta.- Tocar a perdido.-
El cargo de campanero en Villalbilla aparece ya en el Catastro de Ensenada, en el año 1752, si bien especifica que es para tocar las campanas a los nublados, y es de suponer que el cargo se desempañaba ya desde mucho tiempo atrás, tenía asignada su correspondiente retribución:
“A el que toca las campanas a los nublados, seis fanegas.”
En el año 1.904 se contrataban los servicios del campanero, para atender a los toques de campana cuando fuese preciso
"El día 2 de enero de mil novecientos cuatro se ajusto el campanero en cuatro fanegas de trigo y para que conste lo firma hoy día de la fecha. Eudosio Bañuelos".
