VILLADIEGO: La Ilustración...

La Ilustración

EL TAMBORILERO DE VILLAVICIOSA.
Voy a contar a los lectores la historia del tamborilero de Villaviciosa, la cual por lo menos podrá servir para explicar uno de los dichos que con tanta frecuencia se repiten en Castilla, sin que podamos muchas veces conocer su origen o significación. Entre estos figuran en primer término el modismo que dice: tomar las de Villadiego, la cita vulgar del herrero de Ramblas que machacando se le olvidó el oficio, y por último de el tamborilero de Villaviciosa, de quien vamos a ocuparnos detenidamente.
Respecto al modismo «tomar las de Villadiego» ninguno de los que hablan la lengua castellana puede ignorar su significación, aunque son muy pocos los que conocen su origen, el cual, sino estoy mal informado, consiste en que hay un lugar en la provincia de Burgos, llamado Villadiego, donde antiguamente se fabricaban las mejores alpargatas, y digo antiguamente, porque en la actualidad esta industria parece haber dejado su domicilio en el reino de Valencia. Ahora bien, como es bien sabido que ningún calzado de los inventados hasta el día es tan a propósito para correr como las alpargatas, el pueblo, naturalmente al lenguaje metafórico, dio en n decir de los que se fugaban por evitar un peligro cualquiera, que habían tomado las de Villadiego; esto es, que se habían provisto de alpargatas para andar más deprisa, lo que explica efectivamente el origen del modismo expresado. Escusado es decir que esta frase, tan repetida en el estilo familiar, solo se da en sentido irónico o burlón, y nunca en la entonación grave heroica, en la cual cuadra menos mal, aunque no cuadra muy bien, la expresión de aquel guerrero, que habiendo encomendado su salvación a sus piernas, dijo que había apelado a la estratagema de la fuga.
* Ángel Fernández de los Ríos, año 1855.