VILLABASCONES DE BEZANA

Habitantes: 16  Altitud: 779 m.  Gentilicio: Tascornos 
Hoy amanece en VILLABASCONES DE BEZANA a las 07:09 y anochece a las 21:14
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Situación:

VILLABÁSCONES DE BEZANA se encuentra situado en la comarca de Merindades, a 95 Kilómetros de Burgos y cuenta con una población aproximada de 16 habitantes.
El virus de la despoblación que asola desde hace décadas las comarcas de Las Merindades, también se ha cebado con Villabáscones de Bezana, una localidad que, más allá de lo que digan las cifras oficiales, está a punto de quedarse sin habitantes. Su pequeño núcleo urbano ocupa unas laderas, donde fluye el agua en abundancia y donde el bosque de robles y hayas parece avanzar hasta engullir las casas.
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Ayuntamiento:

Dirección: Soncillo (Valle de Valdebezana)
Teléfono: 947 15 30 47
Fax: 947 15 31 13
Es localidad pedanea de VALLE DE VALDEBEZANA

Monumentos:

Iglesia de Santa Águeda

Fiestas:

Hasta mediados de los 60 se celebraba la fiesta de Santa Águeda el 5 de Febrero. Además de la misa, oficiada a primera hora de la mañana por el cura D. Gregorio, que se desplazaba desde cubillos del Rojo en caballo y mas tarde en moto; por la tarde los vecinos se reunían en la Casa de Concejo, situada en los bajos de la escuela -hoy solo existe el solar-, y hacían una merienda en la que se comían sardinas en aceite, pan y vino, a los niños nos daban Casera.
La fiesta principal -San Antonio- se celebró hasta 1967, duraba dos días, en los últimos años una orquesta, a la que llamaban los "Músicos de Agüera", era la encargada de amenizar estas fiestas. Se Celebraba una misa en la que las Chicas llevaban a San Antonio alrededor de la Iglesia para que las ayudara a encontrar novio. La fiesta se celebraba el 20 de septiembre una vez recogida la cosecha, aunque en realidad San Antonio es el 13 de junio.
Algunos años la orquesta la pagó una emigrante en Mejico, la llamaban "La Americana", en realidad se llamaba Felisa; en agradecimiento a esta colaboración los vecinos la agasajaban y le hacían un arco en la carretera con ramas de árboles por el que tenía que pasar cuando volvía de vacaciones al pueblo.

Historia:

Por su posición geográfica, al norte de la provincia de Burgos, el Valle de Valdebezana tiene una historia densa e interesante. Perteneció a los cántabros y las legiones romanas hubieron de prestarse con firmeza en la guerra que vino a dirigir el mismo Augusto. En la localidad de Virtus (nombre arcaico) hubo poblamientos y fuerza romana que luego aprovecharon los Porres, linaje de la tierra, para su propia defensa. Por el puerto del Escudo subieron los primeros foramontanos que luego se disgregaron por los valles formando diminutas aldeas. No consta a lo largo de su historia su incorporación a las inmediatas merindades, aunque luego pasaron a pertenecer al Partido de Sedano. Con el tiempo se han sucedido diversas modificaciones en el régimen administrativo de los pueblos que integran el Valle, que se compone de las siguientes localidades: Argomedo, Arnedo, Bezana, Castrillo de Bezana, San Cibrián, Cilleruelo de Bezana, Cubillos del Rojo, Herbosa, Hoz de Arreba, Landraves, Montoto, Mumilla, Pradilla de Hoz de Arreba, Quintanaentello, Quintanilla San Román, Riaño, Soncillo, San Vicente de Villamezán, Las Torres de Abajo, Villabáscones de Bezana, Villanueva de San Román y Virtus.

La historia de cada localidad viaja paralela, si bien todas ellas se han visto beneficiadas por la mejora de las vías de comunicación y por las diversas ferias que les reunían en puntos como Soncillo. En la actualidad habitan el valle algo más de 800 habitantes, aunque en verano la población llega a triplicarse, ya que muchos de los antiguos moradores conservan en esta privilegiada zona su segunda residencia.

Turismo:

Casi en el límite entre el Valle de Valdebezana y la Merindad de Valdeporres, en plena comarca de Las Merindades, se localiza uno de los enclaves paisajísticos más espectaculares y desconocidos de Burgos: la cascada de Las Pisas.

Envuelta por la umbría de un maravilloso bosque encantado en el que junto a las hayas crecen robles, avellanos y acebos, se descubre una impresionante sucesión de escalonadas cascadas por las que se precipitan impetuosas las aguas del río de la Gándara.

En épocas de deshielo o con fuertes lluvias el espectáculo que se puede contemplar se convierte en único e inolvidable: una atronadora masa de agua espumosa precipitándose desbocada por las apretadas gradas rocosas de un estrecho barranco.