Mira por dónde, como les ha pasado a otros, contigo, que precisamente fui una de las que sí te dieron voz, igual que los demás que te acogieron, y ahora nos vemos en este entierro de libertades de las que ahora gozamos, y gracias a su señoría. Concediéndote la voz, la palabra, cuando decías venir aquí en plan majo, y en sintonía cultural con tus famosos y estudiadísimos fados portugueses.
¿Y qué, la música castellana, ahora que mandas, no te gusta tanto? No se te ha visto en Las Quintanillas, ni en ningún pueblo burgalés aplaudir, ni siquiera asistir, ya que tú no eras la estrella del lugar. ¡Qué desprecio a la cultura por parte de quien podía ser el invitado de honor y no lo ha sido porque no tenía esas inquietudes! Gracias a Dios, tenemos un castellano para poder decir muchísimas verdades. Y si no te gusta, le echas azúcar blanquilla, morena o miel que también es cosa típica tardajeña.
¿Y qué, la música castellana, ahora que mandas, no te gusta tanto? No se te ha visto en Las Quintanillas, ni en ningún pueblo burgalés aplaudir, ni siquiera asistir, ya que tú no eras la estrella del lugar. ¡Qué desprecio a la cultura por parte de quien podía ser el invitado de honor y no lo ha sido porque no tenía esas inquietudes! Gracias a Dios, tenemos un castellano para poder decir muchísimas verdades. Y si no te gusta, le echas azúcar blanquilla, morena o miel que también es cosa típica tardajeña.
