Por eso, cuando alguien hace algo, dice algo, y más si se la dan de listos, que sepan que todo en esta vida, si alguien se apercibe de un error, se puede debatir, explicar la equivocación, el lapsus, etc...; cuando la cabeza nos rige en condiciones.
Así es como una que no quiso perderse detalle de los plenos tardajeños, asistió a uno en que se decía que el AMPA RIO URBEL DE TARDAJOS debía de pagar al ayuntamiento cierta suma de dinero, por boca de una concejala que lo explicó a las mil maravillas. Ahí hubo sus más y sus menos, y al final todo quedó en agua de borrajas. Hubo que saber si el ayuntamiento podía o no hacer eso. Y sin embargo, antes de saberlo, al colectivo de padres y madres de alumnos que gestionan las actividades extraescolores se le envió tal misiva o carta de pago. Que si la teniente alcalde tuvo que enfrentarse al AMPA, el señor alcalde que había emitido la carta en cuestión, tan feliz como unas pascuas ya que alguien había que le iba a cubrir las espaldas al individuo.
Y luego a la hora de alabarse, denota ya la ausencia de abuela. Y a seguir contando milongas, si no fuera porque una se entera y pone las cartas sobre la mesa, y desde hace ya mucho tiempo. La explicación para que esa carta no surtiera efecto... en la próxima entrega.
Así es como una que no quiso perderse detalle de los plenos tardajeños, asistió a uno en que se decía que el AMPA RIO URBEL DE TARDAJOS debía de pagar al ayuntamiento cierta suma de dinero, por boca de una concejala que lo explicó a las mil maravillas. Ahí hubo sus más y sus menos, y al final todo quedó en agua de borrajas. Hubo que saber si el ayuntamiento podía o no hacer eso. Y sin embargo, antes de saberlo, al colectivo de padres y madres de alumnos que gestionan las actividades extraescolores se le envió tal misiva o carta de pago. Que si la teniente alcalde tuvo que enfrentarse al AMPA, el señor alcalde que había emitido la carta en cuestión, tan feliz como unas pascuas ya que alguien había que le iba a cubrir las espaldas al individuo.
Y luego a la hora de alabarse, denota ya la ausencia de abuela. Y a seguir contando milongas, si no fuera porque una se entera y pone las cartas sobre la mesa, y desde hace ya mucho tiempo. La explicación para que esa carta no surtiera efecto... en la próxima entrega.
