Acababa de decir unas palabras el presidente, Faustino Alcalde elogiando nuestra convivencia de tanto tiempo ya. También tengo el discurso sencillo, no quizás demasiado brillante pero lleno de buena voluntad, porque Faustino es una persona muy noble, y a la que le puedes decir qué opinas sin que te discrimine por ello ni te mande callar. Y eso da confianza para decirle ciertos fallos que he visto y que se lo diré personalmente, con le ánimo de mejorar y sin señalarlo en público. Como hago con los amigos que estimo y como hacen mis amigos para conmigo, que les digo la verdad a la cara, que me la dicen, no para que se sonrojen ni me lleve mal rato, sino para que mejoren y mejore, porque mejorando unos, ganamos todos. Eso, desde luego hay que ganarlo o por lo menos, no perderlo cuando se ha tenido y se ha despreciado.
