TARDAJOS: Vivimos en realidad en una sociedad hipócrita y desleal...

Vivimos en realidad en una sociedad hipócrita y desleal a más no poder. Eso se ve hasta en las noticias sobre la permisividad del lenguaje hoy día. Hace poco me decía un viejo profesor de Melgar que ahora ya se podían decir muchas palabras vulgares, como "almóndiga" en vez de la correcta que es albóndiga. Y otras, que me quedé un poco retraída y quise informarme bien. Y no, lo que nos llega es algo engañoso. Que las RAE, las recoja no quiere decir que sean correctas sino que las recoge y las califica de vulgares. Y es que vivimos en un mundo financiero en que se engaña al personal a base de letra pequeña. Porque más que nunca hay que leer y leer para que no te engañen. E intentar comprobar si aquello que te venden es válido, es cierto; y eso sólo se comprueba haciendo la prueba.
¿Hay libertad? Pues hablemos, escribamos, para ver la respuesta. Y el que prueba, comprueba.

Luego la permisividad con el alcohol y las drogas. No pasa nada. Pasa que el que bebe, si le cazan le quitan puntos, el carnet, o mucho más. Incluso, en las empresas hacen pruebas sorpresas a sus empleados y si dan positivo en drogas, los echan, sin más miramientos. Y entonces, pregunto yo ¿por qué en vez de concienciar a los jóvenes, desde que que son niños, que es cuando se empiezan a iniciar en la bebida, no se les avisa a tiempo, en vez de hacer la vista gorda y pasar por lo que no somos?, permisivos. No lo somos en absoluto.
Manda narices que seamos permisivos con algo tan dañino, y luego con la palabra seamos acérrimos y retrógrados en limitar a la gente los cauces de expresión.
Esto tiene su explicación porque mientras que esos niños beben y se van haciendo jóvenes, dejan de ser un incordio, ya que limitan su formación; mientras que si se escribe, que es algo que no pasa factura al que lo hace, porque cada vez ve aumentadas sus neuronas, pasa a ser una persona "peligrosa" que se puede interponer en sus planes.

A mi alguien me hizo saber un día que yo estaba siendo perjudicial para Tardajos, así en general, sólo porque le estaba criticando y preguntando sobre ciertas cuestiones. Cuestiones de todos y de todas, por otra parte.

Una persona perjudicial es alguien que a sabiendas de que hay gente que comete equivocaciones, no les reprende, no les aconseja, y deja que los planes y sus vidas les pasen factura de por vida. Porque a la larga, esa permisividad es atroz para esos niños que ven mermadas sus posibilidades de crecer en la vida. Es que les hacen ver un mundo que no es.