3 meses GRATIS

TARDAJOS: ¡Y cuánta razón tenía aquel alcalde de aquel pueblo,...

¡Y cuánta razón tenía aquel alcalde de aquel pueblo, y en todo! Cada día que pasa lo tengo más claro.
Si él no lo quiso reflejar era porque sabía que había que perdonar tarde o temprano. Fue tarde, y yo que iba tan preparada para intentar determinar si se había cometido algún atropello o no me quedé sin nada que deliberar. Hala, a casa y hasta otra majas.
Vamos a dejar los autos y a otra cosa mariposa y a volar.