El año pasado el pozo de mi patio se quedó seco y ni una gota de agua. Ya fue el colmo de la mala suerte, después de habernos hecho con una manguera larguísima. Pero, este año, ya ha alcanzado con las lluvias buen nivel, y se podrá regar de forma moderada y gratis.
La Casa de la Panadería de Tardajos siempre tuvo un buen pozo - y el agua nunca faltó en la elaboración de un buen pan. Tenía grifos y agua corriente en la casa, cuando en pocos sitios los había. Aquí mi suegra ya no tuvo que ir a por agua a la fuente, que la tenía en casa.
De oídas me llegaron dichos del señor Pepe García - qué feliz coincidencia en cuestión de apellidos- el dueño de la Casa de la Panadería. Debió tener muchas experiencias al respecto para llegar a opinar de aquella manera.
Pepe era el uno de los mejores panaderos de la provincia de Burgos, según versiones que me han contado. Pero no se casó y la panadería se quedó en el olvido. No quiso traspasarla si no encontrara el panadero que fuera de su agrado. Y no lo encontró.
La Casa de la Panadería de Tardajos siempre tuvo un buen pozo - y el agua nunca faltó en la elaboración de un buen pan. Tenía grifos y agua corriente en la casa, cuando en pocos sitios los había. Aquí mi suegra ya no tuvo que ir a por agua a la fuente, que la tenía en casa.
De oídas me llegaron dichos del señor Pepe García - qué feliz coincidencia en cuestión de apellidos- el dueño de la Casa de la Panadería. Debió tener muchas experiencias al respecto para llegar a opinar de aquella manera.
Pepe era el uno de los mejores panaderos de la provincia de Burgos, según versiones que me han contado. Pero no se casó y la panadería se quedó en el olvido. No quiso traspasarla si no encontrara el panadero que fuera de su agrado. Y no lo encontró.
