Buenos días:
ayer reparé en esta cidra o calabaza de cabello de ángel, viejísima. Me dicen que tengo la cabeza muy dura, pues según me decían, esta calabaza ya estaba estropeada. Pero, pensé, malo ha de ser que no veas lo equivocado que estás. Y como, ni será la primera ni la última vez que te tenga que demostrar algo... lo vas a comprobar y luego hablas.
Es que a la lógica, no la puede nadie. Si está sana, se puede comer. Su piel ya se ha quedado deslucida pero las fibras son más fuertes. Las semillas están bien, entonces ¿por qué va a estar estropeada, si una vez abierta se ve que no está mal. Pero hay gente que de verdad es que tienen la cabeza dura, y hasta que no les demuestras que dos y dos son cuatro, y lo ven; no paran. Pero una ya está mas que acostumbrada a eso y a más.
Y de todas formas, ya llevo un tiempo recuperando calabazas que ya se han pasado de tiempo. Y qué error, es que si no se estropean, no se pasan. Aguantan todo el tiempo que sea necesario y conservando todas sus propiedades intactas.
Y todavía hoy voy a comprobar que la calabaza que si está podrida, a lo mejor todavía tiene sus semillas sanas. Y lo veré pero no voy a dar por hecho algo, hasta no comprobarlo.
Ya veréis lo buena que es la cidra y todas las propiedades que tiene.
Solo os diré que un día se nos ocurrió sembrar las semillas. Juego, me cogí un buen libro de cocina que me compró mi prima en Madrid, antes de venir aquí, y ahí estaba la receta de la calabaza de cabello de ángel. Mi prima, una gran cocinera, además de tener otras habilidades- es muy comunicativa, muy alegre y muy vital. Cada día me parezco mas a ella, y no solo en el físico. Siempre la envidié por ser así como es ella. Sin darme cuenta que yo, si quería, también podía, no parecerme a ella; sino ser yo misma. Y creo que a día de hoy, lo he conseguido.
ayer reparé en esta cidra o calabaza de cabello de ángel, viejísima. Me dicen que tengo la cabeza muy dura, pues según me decían, esta calabaza ya estaba estropeada. Pero, pensé, malo ha de ser que no veas lo equivocado que estás. Y como, ni será la primera ni la última vez que te tenga que demostrar algo... lo vas a comprobar y luego hablas.
Es que a la lógica, no la puede nadie. Si está sana, se puede comer. Su piel ya se ha quedado deslucida pero las fibras son más fuertes. Las semillas están bien, entonces ¿por qué va a estar estropeada, si una vez abierta se ve que no está mal. Pero hay gente que de verdad es que tienen la cabeza dura, y hasta que no les demuestras que dos y dos son cuatro, y lo ven; no paran. Pero una ya está mas que acostumbrada a eso y a más.
Y de todas formas, ya llevo un tiempo recuperando calabazas que ya se han pasado de tiempo. Y qué error, es que si no se estropean, no se pasan. Aguantan todo el tiempo que sea necesario y conservando todas sus propiedades intactas.
Y todavía hoy voy a comprobar que la calabaza que si está podrida, a lo mejor todavía tiene sus semillas sanas. Y lo veré pero no voy a dar por hecho algo, hasta no comprobarlo.
Ya veréis lo buena que es la cidra y todas las propiedades que tiene.
Solo os diré que un día se nos ocurrió sembrar las semillas. Juego, me cogí un buen libro de cocina que me compró mi prima en Madrid, antes de venir aquí, y ahí estaba la receta de la calabaza de cabello de ángel. Mi prima, una gran cocinera, además de tener otras habilidades- es muy comunicativa, muy alegre y muy vital. Cada día me parezco mas a ella, y no solo en el físico. Siempre la envidié por ser así como es ella. Sin darme cuenta que yo, si quería, también podía, no parecerme a ella; sino ser yo misma. Y creo que a día de hoy, lo he conseguido.
