Este es mi nectarino rojo florido que nació por su cuenta y riesgo pues se ve que nos comeríamos alguna nectarina comprada, tiramos la pita, se enterró, y un buen día salió.
Al principio no lo conocíamos y lo cortábamos, pero él se iba haciendo fuerte; y al año siguiente volvía de nuevo, hasta que por fin un buen día comprendimos que se trataba de un arbusto. Vamos a ver qué clase de árbol es y lo dejamos.
Un día se cubrió de flores en la primavera y luego tuvo cantidad y cantidad de frutos rojos por fuera y blancos por dentro. Justo la nectarina que más me gusta, la del injerto de paraguaya; y se vino aquí porque le apeteció vivir en un lugar como este.
La naturaleza es única si la sabemos comprender y la de alegrías que nos da. Solo ir al huerto y contemplar su floración es un placer, también sufres porque si hiela, lo sientes; no ya por la fruta que pierdes sino por él mismo que con todo su esfuerzo, sus nectarinas no llegan a ser frutas. Pero, con todo y con eso, nosotros nos benefiamos de las flores para nuestro ánimo, y las abejas, que acaban de salir, se llevan el néctar. O sea que nada se pierde, pero si llegan a madurar los frutos, todavía es mucho más productivo.
Saludos cordiales
Al principio no lo conocíamos y lo cortábamos, pero él se iba haciendo fuerte; y al año siguiente volvía de nuevo, hasta que por fin un buen día comprendimos que se trataba de un arbusto. Vamos a ver qué clase de árbol es y lo dejamos.
Un día se cubrió de flores en la primavera y luego tuvo cantidad y cantidad de frutos rojos por fuera y blancos por dentro. Justo la nectarina que más me gusta, la del injerto de paraguaya; y se vino aquí porque le apeteció vivir en un lugar como este.
La naturaleza es única si la sabemos comprender y la de alegrías que nos da. Solo ir al huerto y contemplar su floración es un placer, también sufres porque si hiela, lo sientes; no ya por la fruta que pierdes sino por él mismo que con todo su esfuerzo, sus nectarinas no llegan a ser frutas. Pero, con todo y con eso, nosotros nos benefiamos de las flores para nuestro ánimo, y las abejas, que acaban de salir, se llevan el néctar. O sea que nada se pierde, pero si llegan a madurar los frutos, todavía es mucho más productivo.
Saludos cordiales
