Podemos decir lo que queramos de los anteriores alcaldes, pero lo que es cierto es que atendían a las palabras. Raimundo sería lo que fuera pero practicaba la humildad. La marquesina que reclamó Timoteo Marquina fue construida en medio de palabras duras, como
piedras, y quizás por eso la respuesta fue hecha granito. La
fuente, al día siguiente hábil de ser publicada la noticia volvió a funcionar normalmente. Y sin rencor, lo sé. Y eso que él quizás no supo el daño que yo tuve que sufrir en pos de
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