Y con este poema cierro mi segundo cuaderno:
A ORILLAS DEL ARLANZÓN
Soñó el poeta el curso
de un río limpio,
un espejismo, un soplo
de la ilusión.
Transparencias y rumores
cantaba el viento
soplando sobre los viejos
troncos de olmos, ya secos
despertando del sueño cansado y pobre.
Cesaron ya los resplandores,
las pasadas glorias, la riqueza
de tus aguas cristalinas y puras;
la limpieza del campo
derramada, sin esencia,
y sin Mañana.
"Yo sé dónde se esconde"
gritó desesperado.
"Yo sé dónde buscar".
Soñé, soñé, soñé
tu rico caudal
peleado de otros tiempos
por poseer tu dominio.
Hospìtal del Rey y Tardajos.
Ganó el progreso.
Perdiste la partida.
Contigo todos, tu codiciada vida.
Carmen García
A ORILLAS DEL ARLANZÓN
Soñó el poeta el curso
de un río limpio,
un espejismo, un soplo
de la ilusión.
Transparencias y rumores
cantaba el viento
soplando sobre los viejos
troncos de olmos, ya secos
despertando del sueño cansado y pobre.
Cesaron ya los resplandores,
las pasadas glorias, la riqueza
de tus aguas cristalinas y puras;
la limpieza del campo
derramada, sin esencia,
y sin Mañana.
"Yo sé dónde se esconde"
gritó desesperado.
"Yo sé dónde buscar".
Soñé, soñé, soñé
tu rico caudal
peleado de otros tiempos
por poseer tu dominio.
Hospìtal del Rey y Tardajos.
Ganó el progreso.
Perdiste la partida.
Contigo todos, tu codiciada vida.
Carmen García
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