A la mañana siguiente contó a quienes le custodiaban la historia de la Luna, implorando que le dejasen en libertad pues era inocente. "Asi que fue la Luna quien hizo desaparecer a tu novia convirtiéndola en estrella, ¿no? ¡Pues dile que la saque de aquí! Nosotros trataremos después de encarcelarla - fue la respuesta burlesca que obtuvo-"
De todas formas, lo que decía su carcelero no era tan descabellado: era obligación de la Luna sacarle de allí ella fue quien le metió. Esperó a que oscureciera para poder charlar con el astro, pero la Luna no se dejó ver en una semana. Al cabo de siete noches, la Luna apareció, pero ya no era tan blanca y pura a los ojos del pastor; por primera vez se dio cuenta de las manchas que la acompañaban.
- ¿Cómo pudiste hacerme esto? - dijo mientras soltaba una exclamación al ver aparecer tímidamente a su estrella, su joven amada- ¡Oh, Dios mío! ¡Eres tú!
-Déjate de tonterías. Hice lo mejor para ti. No pensé que fueran a encerrarte, pero tampoco me arrepiento porque te tenía controlado todas las noches y allí no podrías conocer a ninguna otra mujer.
- ¿No te das cuenta de tu maldad? ¡Has actuado como un ser celoso que quisiera retener a su pareja y tú ni siquiera me querías!
-Pero tampoco podía permitir que fueras de otra. ¡Me gustaban tanto tus rondas...!
- ¡Amo a esa mujer! Has de hacer algo por mi. No van a soltarme porque no creen mi historia, así que mi única posibilidad es que hagas conmigo lo mismo que hiciste con ella y me lleves donde está mi amada.
De todas formas, lo que decía su carcelero no era tan descabellado: era obligación de la Luna sacarle de allí ella fue quien le metió. Esperó a que oscureciera para poder charlar con el astro, pero la Luna no se dejó ver en una semana. Al cabo de siete noches, la Luna apareció, pero ya no era tan blanca y pura a los ojos del pastor; por primera vez se dio cuenta de las manchas que la acompañaban.
- ¿Cómo pudiste hacerme esto? - dijo mientras soltaba una exclamación al ver aparecer tímidamente a su estrella, su joven amada- ¡Oh, Dios mío! ¡Eres tú!
-Déjate de tonterías. Hice lo mejor para ti. No pensé que fueran a encerrarte, pero tampoco me arrepiento porque te tenía controlado todas las noches y allí no podrías conocer a ninguna otra mujer.
- ¿No te das cuenta de tu maldad? ¡Has actuado como un ser celoso que quisiera retener a su pareja y tú ni siquiera me querías!
-Pero tampoco podía permitir que fueras de otra. ¡Me gustaban tanto tus rondas...!
- ¡Amo a esa mujer! Has de hacer algo por mi. No van a soltarme porque no creen mi historia, así que mi única posibilidad es que hagas conmigo lo mismo que hiciste con ella y me lleves donde está mi amada.