El anciano propuso al pastor que le dejase entrevistarse una vez más con su amiga. Tal proposición no fue del agrado del pastor porque la Luna le había insistido en que prefería sus encuentros a solas y le había mostrado su rechazo por le viejo, pero la tozudez de su compañero le convenció.
"Sólo le haré un par de preguntas -le había prometido".
Pero en lugar de preguntar, el anciano le espetó del siguiente modo:
-Aquella estrella no existía y la has creado tú. Su frágil fulgor es porque no tiene fuerzas ya que ha sido retenida contra su voluntad. He estado pensando estos últimos días y he llegado a una conclusión: tú te deshiciste de la novia del pastor porque no podías soportar que te lo quitaran -probablemente el lebrel del pastor intentó impedirlo y murió en el intento -; la convertiste en estrella para tenerla eternamente vigilada y ella no luce como el resto porque está triste al separarla de su amado.
"Sólo le haré un par de preguntas -le había prometido".
Pero en lugar de preguntar, el anciano le espetó del siguiente modo:
-Aquella estrella no existía y la has creado tú. Su frágil fulgor es porque no tiene fuerzas ya que ha sido retenida contra su voluntad. He estado pensando estos últimos días y he llegado a una conclusión: tú te deshiciste de la novia del pastor porque no podías soportar que te lo quitaran -probablemente el lebrel del pastor intentó impedirlo y murió en el intento -; la convertiste en estrella para tenerla eternamente vigilada y ella no luce como el resto porque está triste al separarla de su amado.