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TARDAJOS: Aquella noche la Luna desapareció sin dejar rastro...

Aquella noche la Luna desapareció sin dejar rastro y la oscuridad se adueñó del entorno. El pastor, que se había alejado del chopo de sus encuentros, dejó de ver la estepa que pisaba y su perro lebrel comenzó a ponerse muy nervioso. Enseguida se dio cuenta que la Luna se había desvanecido. De inmediato decidió regresar, preocupado al pensar que le había podido ocurrir algo, y le llamó. Le llamó una y mil veces, pero la Luna no respondió. Exhausto y derrotado regresó poquito a poquito, intuyendo el camino que no se veía.

A la noche siguiente el pastor acudió de nuevo al chopo para encontrarse con el Astro que, por fin, se dejó ver:

-Dime, Luna, ¿qué te ocurrió anoche? Estaba preocupado por ti, ¿por qué desapareciste?

-No tengo que darte explicaciones... De todos modos, ¿sabes lo que es un eclipse de Luna? Ocurre cuando la Tierra tapa al Sol; entonces deja de vérseme.
Eso es lo que me ocurrió anoche...

- ¡Un eclipse de Luna!

-Sí, ¿qué pasa? Además, ¿a ti qué te importa?...

- No entiendo por qué te pones así conmigo; sólo trataba de ser amable.

- ¡Pues sé amable con tu chica! Por cierto, ¿cuando me la vas a presentar?

- Mañana vendrá conmigo. ¡Ya verás, te encantará!

- Seguro...