Cosechando patatas en la Vega, TARDAJOS

(18 de Octubre de 2013)
Y digo lo mismo con respecto al alcalde, si las patatas se las había ofrecido a los concejales, ¿Por qué no me lo dijo? Me hubiera ahorrado tiempo.
¿Me vais a decir que hay transparencia cuando con unos simples sacos de patatas nadie sabe nada, que se demuestra que si lo sabían a los dos que les pregunté, y paso lo que pasó?

Mi propia decisión ante lo que nadie quiere dar a conocer.

Eso de la transparencia, no se lo cree ni el más pintao, cuando menos yo.
ME ALEGRÉ MUCHO DE HABERLO LIMPIADO TODO

Hay acontecimientos que parecen casuales. Justo yo salí de mi casa a tirar la basura por la tarde, y veo que van al ayuntamiento madres y padres de alumnos, imaginé que a tener una reunión. Y me dije, menos mal que estamos a miércoles y ya no olerá mal. Les saludé y me fui a mi casa tan ancha.
Pensé, lo que puedas hacer hoy no lo dejes para mañana, y que bien que en un verbo lo realicé.
¡LOS SACOS DE LAS PAPATAS ERAN DE LOS CONCEJALES!

Eso me dijo el alguacil, que él ya se había llevado las suyas, en cuanto se lo dijeron. Pero estos sacos se los dieron a los concejales y ahí los dejaron. Me quedé de un aire. Pues ya no se puede hacer nada porque ya las he comprometido.

Lo siento señores concejales. La culpa de todo es la poca transparencia que hay. Porque si a mi, el primer día me dicen que esas patatas ya tenían dueño, yo se lo comunico a las señoras, e incluso, algunas que...
¡No iba a quedar yo como una lela! Que para gestionar unos sacos de patatas no hace falta tener muchas luces, sino querer hacerlo. Y pensé que las mujeres tenían toda la razón del mundo, qué pintaban ahí unos sacos de patatas debajo de la escalera del ayuntamiento donde teníamos los palos de las escobas y los bancos para hacer gimnasia.

Me cogí un saco de patatas y lo examiné en casa, pues están perfectas, pensé. Porque no iba a repartirlas a nadie al buen tuntún, que si algo está estropeado se...
LA TRANSPARENCIA DEL AYUNTAMIENTO MEDIDA EN UNOS SACOS DE PATATAS

Resulta que un día al salir de hacer gimnasia unas mujeres me dijeron que qué pasaba con esos sacos de patatas que olían mal. Pues no me había dado cuenta; como subo y bajo deprisa no he recaído en el olor. Es muy desagradable, me dijeron, a lo mejor están estropeadas y aquí no pintan nada. Anda díselo a la secretaria, por favor.

Salimos y dijimos unas cuantas que podríamos ver cómo estaban y repartirlas entre todas, que seguro...