Riquísima la tarta al chocolate, TARDAJOS

(10 de Diciembre de 2016)
Como fina es que soy finísima, hasta con los metales, que si no son preciosos, como el oro, prefiero prescindir de ellos por cuestión de alergia a lo falso. He sido así genéticamente diseñada.
Un día al año no hace daño, pero no conviene abusar, que luego pagamos sus consecuencias. De todas formas es que a mi esas natas no me sientan nada bien. Después me repiten, así de tarde en tarde y cuando se me ha olvidado, si la ocasión lo requiere, vuelvo a picar. Si no, lo que suelo hacer es cuidar mi estómago que es quien tiene la última palabra.