Paredes rocosas en las hoces del alto Ebro y Rudrón, SEDANO

Al sobrevenir la invasión napoleónica (1809) se puso al frente de una partida de 100 hombres de gran combatividad con la que se dedicó a la guerrilla en tierras de Burgos, País Vasco y aledaños, uniendo sus fuerzas a menudo a la partida de Abecia. Tenía por entonces 26 años. Estos dos contingentes formaban una temible fuerza sorpresiva que se emboscaba ya en puertos como el de Descarga, y ya en Pancorbo, en Orduña o en Valdeajos se dejaba caer por sorpresa sobre los convoyes napoleónicos exterminando a sus componentes y llevándose el correo o los avituallamientos.
(20 de Abril de 2023)