Los robles, siempre perezosos, aún no han despertado de su invernada, estos días estás echando sus primeros pámpanos.
en esa foto del mes mes pasado, se puede comprobar que el monte de ayago lo están limpiando y se nota que hay mas claridad y asín se evita los fuegos.
Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente. El amor se escribe empezando sin saber qué se va a decir y se termina sin saber qué se ha dich.
es ayago carmen
es ayago carmen