Lo más "moderno" de esta obra que ya tiene 80 años, es un devoción por la defensa del arbolado, y la visión que tiene de la riqueza que puede tener para el
pueblo el trabajo y la buena explotación del arbolado del
monte...
Como digo, nadie en Redecilla se ha creido ese
mensaje: yo sigo insistiendo en que la mayor riqueza que tiene el pueblo son los
montes; su madera, su
paisaje, su oxigeno...