Maestro, D. Paco, REDECILLA DEL CAMINO

que descanses catuno y hasta otro momewnto
le gustara a la nuemi esto
Llego a casa, con la boca seca porque no me acordé o, mejor dicho, no tuve tiempo de beber agua, y me tropiezo con una vecina que me dice, andaaa ehhh ya hasta mañana..., qué poco trabajáis los maestros... Porque claro, la preparación de la clase y el material del día siguiente me lo ha buscado y elaborado ella o su marido. Pero ponte a explicárselo. Y cuando siempre oyes lo mismo en relación a nuestro trabajo, de lo bien que se vive, de las vacaciones, de la suerte que tenemos de poder estar criando...
porfin los mocos
Anda! fulanito ha vomitado.... ¿qué hago?, dejo solos a los 24 niños mientras voy a por serrín y a cambiar la ropa y llamar a los papás del que está enfermo... ¡socorro! Recogemos y 15 minutos más para volver a poner los chaquetones. Patio y madres y abuelos en la muralla vigilando que a sus hijos no les pase nada, porque los maestros ¿para qué estamos? Mocos, pipí, fulanito me ha pegado, menganito no te subas en el árbol, periquito no muerdas, las piedras no se chupan, la arena no se come, limpio...