Casa antigua deshabitada, con buena piedra y con sus colmenas incrustadas, QUINTANARRUZ

Junto a la antigua vía del ferrocarril “Santander-Mediterráneo”, camino ya de La Bureba, a orillas del río de La Molina, afluente del Homino, en terreno desigual, hallamos a QUINTANARRUZ, a 28 km de Burgos, al que se llega por un corto desvío a la derecha de la carretera que une Burgos con Villarcayo, antes de llegar a Hontomín.
Lo rodean Cobos junto a La Molina, Melgosa, Valdearnedo, Lermilla y Hontomín.
En la documentación del monasterio de Santa María de Rioseco aparece su nombre escrito por primera vez en el año 1189. Y el Marqués de la Ensenada recoge en su célebre Catastro, en sus respuestas generales, las declaraciones de sus pobladores en 1752, que afirmaron pertenecer únicamente al rey; era, por tanto, lugar de realengo.
Habitaban el lugar 52 personas en el año 1848, según afirma Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. En sintonía con la inmensa mayoría de los pueblos la provincia, creció a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y presentaba en 1900 un censo de 101 habitantes. Comenzó a descender en la dura primera mitad del siglo XX y sumaban 86 sus habitantes en el año 1950. Y, después de sufrir los embates de la persistente emigración de la segunda mitad del siglo, lo termina con 12 personas en el año 2000