Al este de la ciudad y la provincia, en el precioso
valle que forman el pico
San Millán por el norte y la
Sierra de Mencilla por el sur, a 1211 m de altura, a orillas del recién nacido
río Arlanzón, en terreno desigual, está situado
PINEDA DE LA SIERRA, a 48 km de
Burgos, al que se llega por una sinuosa
carretera, que, partiendo de la que lleva de Burgos a Pradoluengo, va bordeando los
pantanos y va buscando por el
puerto del Manquillo la que une Salas de los Infantes con Nájera, en
La Rioja, pasado
Riocavado de la Sierra.
Lo rodean a considerables distancias
Villamiel de la Sierra,
Tinieblas e
Iglesiapinta al otro lado del Mencilla; Riocavado de la Sierra al otro lado del Manquillo; el límite con la provincia de La Rioja al otro lado del macizo de San Millán;
Santa Cruz del Valle Urbión,
Valmala y
Alarcia tras los
montes y
Urrez.
Ya encontramos su nombre escrito el 23 mayo de 932, como «Pineta” en la documentación del
monasterio de San Pedro de Cardeña. A principios del siglo XI el conde don Sancho le concede fueros, que son confirmados más tarde por Alfonso VII y Sancho IV. En 1287 consigue el privilegio de la exención de impuestos para la trashumancia de 15.000 cabezas de
ganado por toda Castilla.
En el año 1752 sus pobladores declararon que pertenecían únicamente al rey, al que pagaban tributos, es decir, era lugar de realengo, en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada.
En el año 1848 habitaban en lugar 228 personas, según consta en el Diccionario geográfico de Pascual Madoz. La segunda mitad del siglo XIX, como a la inmensa mayoría de los
pueblos de la provincia, le fue favorable poblacionalmente llegando a alcanzar 598 habitantes en el año 1900. La dura primera mitad del siglo XX le hizo descender hasta 310 personas en el año 1950. Y no se ha visto libre de los efectos de la inexorable emigración de la segunda mitad del siglo, que le han hecho llegar al año 2000 con tan sólo 90 habitantes