¡Muy buenas estas letrillas, Antonio! Nadia fue al Colegio Ma. Auxiliadora y yo notè que algunas madres, sobre todo, competìan a ver quièn tenìa el mejor vestido, o la mejor fiesta, o estampas màs sofisticadas. Todo quedaba en lo material, perdièndose el verdadero sentido de la Comuniòn. Y luego, esas familias ya no asistìan màs a misa, porque ese sacramento era obligatorio. Lo de Nadia fue todo sencillo, muy emotivo y espiritual. En sus estampas decìa:"Hoy Jesùs besò mi alma y me alimentò con su amor porque recibì la Primera Comuniòn". ¡Un abrazo!
Asi es, NOEMI CECILIA, TODO es aparentar. Gracias por sus palabras. Muy linda la leyenda de sus estampas. ¿el colegio es de salesianos?
Sì, el Colegio es de salesianos. Nadia concurriò desde 2do. grado primario; luego cursò el polimodal. Yo cursè allì el secundario; egresè como Maestra Normal Nacional de otro Colegio, porque me cambiè en el 5to. Año. Zenòn tambièn hizo el secundario en Colegio salesiano, el Leòn XIII. ¡Un abrazo!
NOEMI, todos mis hijos han estudiado en el colegio salisiano de Huelva. Yo me llevé cerca de veinte años, en la Asociación de Padres de Alumnos. Me casó, un tío mío, salesiano. Me bautizó mis hijos, también mío. Dos de mis nietos, también han sido bautizado por un salesiano. Ya ves, salesianos por todas partes. Desde las ventanas de mi casa, puedo ver el colegio, está a unos cincuenta metros, cruzar la calle. Un abrazo
Los colegios salesianos son muy buenos en cuanto a lo acadèmico y tambièn en lo que respecta a la formaciòn. El de San Isidro, (donde estudiamos Nadia y yo) me dijeron que decayò mucho desde que se fueron las monjas. ¡Un abrazo!
NOEMI CECILIA, eso mismo está pasando en Huelva. El nivel de hace veinticinco o treinta años, no es el de ahora. Yo creo que no es que fallen los niños, o los padres, o los maestros; aquí, lo que creo que falla, es el sistema. Protegemos tanto a los niños, que no nos damos cuenta, que eso a veces, les puede perjudicar. Los maestros tienen y deben, de tener autoridad. Se la estamos quitando. Un abrazo
¡Buen dìa, Antonio! ¡Claro que lo que falla es el sistema! Te lo puede decir Zenòn que aùn està en actividad. Se da demasiadas oportunidades a los alumnos, con tal de que no repitan, y se trata de mantener la matrìcula, como sea, aùn con muy pocos alumnos por curso. Acà se la pasan cambiando de nombre a los distintos ciclos o etapas, pero el nivel es cada vez màs bajo. Lamentablemente a Nadia no le quedò un buen recuerdo de ese colegio, porque dice que habìa bastante hipocresìa y discriminaciòn. Uno tratò de darle lo mejor que se podìa, de acuerdo a nuestros recursos. Yo me cambiè en el ùltimo año, por injusticia y falta de consideraciòn (empatìa). Es cierto, los extremos son negativos; tanto el abandono como la sobreprotecciòn, no favorecen el crecimento sano de los niños. El maestro debe mantener su autoridad, conservar su lugar de guìa y conductor, con buen manejo del grugo, sin gritar, sin agredir, sin autoritarismo, respetando y hacièndose respetar. Lamentablemente èsto se està perdiendo, dìa a dìa, y se produce una inversiòn de roles. Los padres salen en defensa de sus hijos, sin razòn, y hasta algunos directores quitan autoridad al docente, dirigièndose a èl delante de sus alumnos, cuando deberìan hacerlo en privado. Hay falta de ètica profesional. En fin, Antonio, està todo trastocado y los que se perjudican son los educandos. ¡Un abrazo!
NOEMI, yo he tenido la suerte con mis hijos, de no tener que repetir, pero los maestros, que eran amigos míos, sabían que tenían libertad, para dar el castigo, si se lo merecían, es más, siempre les decía que las notas, solo las que se merecieran. Hoy protestan los padres por cualquier cosa, sin antes consultar con los maestros. Si un niño se queja, ya lleva razón, sin antes saber la verdad. Para que seguir. Un abrazo