la mejor y más extensa dehesa de roble albar de toda la península Ibérica, MONASTERIO DE LA SIERRA
DEHESA DE MONASTERIO DE LA SIERRA
A los pies de las estribaciones de la Sierra de Neila se localiza uno de los pueblos más aislados de Burgos: Monasterio de la Sierra En sus inmediaciones se conserva la mejor y más extensa dehesa de roble albar de toda la península Ibérica.
Entre los miles de árboles que conforman esta masa forestal, de más de 700 hectáreas de extensión, sobresalen una serie de ejemplares que, por su porte, belleza, estructura y, sobre todo, edad —algunos superan los 600 años de vida— alcanzan la categoría de árboles singulares.
Otra peculiaridad que hace único a este bosque es que en varias zonas estos robles vegetan en un terreno cubierto por rocas, tapizadas de musgo, arrancadas por los glaciares de la cercana Sierra de Neila y arrastradas hasta el fondo de los valles debido a las lluvias torrenciales
El otoño es, sin duda, el mejor momento para visitar este enclave forestal único y realmente encantado. La calle mayor de Monasterio de la Sierra, a la que se asoman las típicas casas serranas de piedra, permite enlazar con la pista que conduce a su dehesa boyal.
A los pies de las estribaciones de la Sierra de Neila se localiza uno de los pueblos más aislados de Burgos: Monasterio de la Sierra En sus inmediaciones se conserva la mejor y más extensa dehesa de roble albar de toda la península Ibérica.
Entre los miles de árboles que conforman esta masa forestal, de más de 700 hectáreas de extensión, sobresalen una serie de ejemplares que, por su porte, belleza, estructura y, sobre todo, edad —algunos superan los 600 años de vida— alcanzan la categoría de árboles singulares.
Otra peculiaridad que hace único a este bosque es que en varias zonas estos robles vegetan en un terreno cubierto por rocas, tapizadas de musgo, arrancadas por los glaciares de la cercana Sierra de Neila y arrastradas hasta el fondo de los valles debido a las lluvias torrenciales
El otoño es, sin duda, el mejor momento para visitar este enclave forestal único y realmente encantado. La calle mayor de Monasterio de la Sierra, a la que se asoman las típicas casas serranas de piedra, permite enlazar con la pista que conduce a su dehesa boyal.