Fernando, intento ahondar algo en este comentario tuyo. Por supuesto que de acuerdo con ese conocido artículo algún día habría que someter a referéndum la correspondiente decisión; pero para ello ha de haber gente a la que consultar, obviamente.
Por lo tanto, y en vistas al panorama demográfico actual, no me parece descabellada la idea de que una comarca sin habitantes -hay tan pocos niños que solo hay una escuela primaria en toda ella ("Miguel Delibes", en Sedano)- no pueda gobernarse por sí misma y que, en virtud de ello, algún importante partido regional opte por proponer su integración en otra comarca; por cierto, por razón de las comunicaciones siempre es más conveniente que se pudiese incorporar a la comarca del Alfoz de Burgos que no a otra comarca. Esta situación es crítica salvo que en varios lustros, por diversas causas, la gente volviese a habitar esta comarca. Esto es posible, por varias razones: una, que no se va a convocar tal referéndum de la noche a la mañana. Dos, porque las distancias son muy relativas y, por ejemplo, la gente que vivimos en los Madriles estamos acostumbrados a recorrer entre cincuenta y setenta kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para acudir diariamente al trabajo; quizás la gente de la zona se acostumbrase a eso y la repoblaría. Tres, durante seis siglos estas tierras han sido terriblemente explotadas -y expoliadas (léase al nada sospechoso Fray Valentín de la Cruz en varios pasajes de su obra sobre Andrés Manjón)- por el gran poder de Burgos: el Monasterio de Las Huelgas creado por nuestro siempre soñado Alfonso VIII. Gracioso también: es recomendable leer el libro sobre este Monasterio escrito por un tal Escrivá de Balaguer; no tiene desperdicio; además lo escribió en el nada sospechoso 1944 -brillante Tesis doctoral-; hoy día está prohibido o mal vista su lectura entre sus fieles según he leído; es decir, que más que a ningún otro territorio de la provincia la larga historia de explotación -casi semiesclavitud- de esta comarca nos une a Burgos. Sin seres humanos no hay territorio; es una verdad contundente porque la "polis" es, sobre todo, seres humanos.
Por lo tanto, y en vistas al panorama demográfico actual, no me parece descabellada la idea de que una comarca sin habitantes -hay tan pocos niños que solo hay una escuela primaria en toda ella ("Miguel Delibes", en Sedano)- no pueda gobernarse por sí misma y que, en virtud de ello, algún importante partido regional opte por proponer su integración en otra comarca; por cierto, por razón de las comunicaciones siempre es más conveniente que se pudiese incorporar a la comarca del Alfoz de Burgos que no a otra comarca. Esta situación es crítica salvo que en varios lustros, por diversas causas, la gente volviese a habitar esta comarca. Esto es posible, por varias razones: una, que no se va a convocar tal referéndum de la noche a la mañana. Dos, porque las distancias son muy relativas y, por ejemplo, la gente que vivimos en los Madriles estamos acostumbrados a recorrer entre cincuenta y setenta kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para acudir diariamente al trabajo; quizás la gente de la zona se acostumbrase a eso y la repoblaría. Tres, durante seis siglos estas tierras han sido terriblemente explotadas -y expoliadas (léase al nada sospechoso Fray Valentín de la Cruz en varios pasajes de su obra sobre Andrés Manjón)- por el gran poder de Burgos: el Monasterio de Las Huelgas creado por nuestro siempre soñado Alfonso VIII. Gracioso también: es recomendable leer el libro sobre este Monasterio escrito por un tal Escrivá de Balaguer; no tiene desperdicio; además lo escribió en el nada sospechoso 1944 -brillante Tesis doctoral-; hoy día está prohibido o mal vista su lectura entre sus fieles según he leído; es decir, que más que a ningún otro territorio de la provincia la larga historia de explotación -casi semiesclavitud- de esta comarca nos une a Burgos. Sin seres humanos no hay territorio; es una verdad contundente porque la "polis" es, sobre todo, seres humanos.