LA NUEZ DE ARRIBA: Otra historia basada en la colocación de los signos...

Otra historia basada en la colocación de los signos de puntuación.

A Bertrán del Vernet, caballero y trovador, le gustaba provocar a los nobles y demás señores feudales. Una vez escribió un poema cargado de mala intención para enfurecer a su vecino, Hugo Trencacolls, que tenía fama de hacer honor a su apellido (Rompecuellos) con aquellos que osaban molestarle. Envió a su juglar, Pajarillo, al castillo del noble a cantarle el siguiente poema:

Ratas de cloaca, de bigotes mojados,
babosas henchidas, lagartijas saladas.
En la mesa de Hugo Trencacolls
no encontrareis otro manjar mejor.
En abundancia os llenará el plato.
Hugo ¡caray!, es un puerco,
no es un señor.

El juglar se fue asustado, ensayando la canción y rumiando alguna argucia.

Le cantó el poema a Hugo y éste lo encontró muy halagador. No encontró nada ofensivo en él y le gustó tanto que lo agradeció con buenas palabras y regalos para el señor de Vernet.

Al saberlo, Bertrán quedó consternado. ¿Cómo podía ser que Hugo encontrase halagador un poema tan escatológico y repulsivo? ¿Quizás había perdido la gracia de ser ofensivo? ¿Había cantado Pajarillo la misma canción que él había escrito?

Pajarillo le juró y perjuró que la había recitado “palabra por palabra”. Y es así como lo hizo:

Ratas de cloaca, de bigotes mojados,
babosas henchidas, lagartijas saladas
en la mesa de Hugo Trencacolls
no encontrareis. Otro manjar mejor
en abundancia os llenará el plato
Hugo ¡caray!, ¿es un puerco?
No, es un señor.