CARTONES
En pasados tiempos, las cajas de cerillas (30cerillas valían 5 céntimos) se vendían en dos formatos: uno sencillo que se abría presionando lateralmente con un dedo; otro, parecido a un estuche, que se cerraba sólo por la presión de dos gomitas. Este modelo reproducía en su tapa retratos, paisajes, animales, etec. En el mercadillo muchachil estos cartoncillos o "cacos" valían diez veces más que los cartones de la caja sencilla. A veces se les practicaba un agujerito en el medio y se les ensartaba en una cuerdecita. Algunos chicos tenían sartas de medio metro. Estos "cacos" eran nuestro dinero y se apostaban en muchos de nuestros juegos.
En pasados tiempos, las cajas de cerillas (30cerillas valían 5 céntimos) se vendían en dos formatos: uno sencillo que se abría presionando lateralmente con un dedo; otro, parecido a un estuche, que se cerraba sólo por la presión de dos gomitas. Este modelo reproducía en su tapa retratos, paisajes, animales, etec. En el mercadillo muchachil estos cartoncillos o "cacos" valían diez veces más que los cartones de la caja sencilla. A veces se les practicaba un agujerito en el medio y se les ensartaba en una cuerdecita. Algunos chicos tenían sartas de medio metro. Estos "cacos" eran nuestro dinero y se apostaban en muchos de nuestros juegos.