Historia de amor I: Sueños (1ª parte)
Javier deambulaba por la Gran Vía sin demasiado ánimo aquella noche. Era Sábado, un sábado de tedio desmesurado. Con sus manos en los bolsillos iba chocando con todo tipo de personas, la mayoría divertidas y con prisa. Ese no era el animo de Javier que había visto desvanecerse sus esperanzas con aquella chica por la que estaba tan loco. Quizás Javier solo pensaba en esa chica y no en las millones de chicas que había y que deambulaban como él por las calles de Madrid.
Sabemos mas que de sobra por la experiencia que es difícil salir de esos pensamientos nefastos y oscuros que nos encierran en nosotros mismos, trasformándonos en alguien mas de la masa que pasea por las calles de Madrid. Pero también sabemos por la experiencia que con el tiempo se sale. Pero Javier no lo sabia o no quería saberlo, aun en su corazón albergaba la esperanza de que ella le llamara aquella noche, para el tan oscura, y la llenara de colores vivos como el arco iris. Pero no iba a ser así y él lo sabia de sobra a pesar del anhelo que sentía.
Javier deambulaba por la Gran Vía sin demasiado ánimo aquella noche. Era Sábado, un sábado de tedio desmesurado. Con sus manos en los bolsillos iba chocando con todo tipo de personas, la mayoría divertidas y con prisa. Ese no era el animo de Javier que había visto desvanecerse sus esperanzas con aquella chica por la que estaba tan loco. Quizás Javier solo pensaba en esa chica y no en las millones de chicas que había y que deambulaban como él por las calles de Madrid.
Sabemos mas que de sobra por la experiencia que es difícil salir de esos pensamientos nefastos y oscuros que nos encierran en nosotros mismos, trasformándonos en alguien mas de la masa que pasea por las calles de Madrid. Pero también sabemos por la experiencia que con el tiempo se sale. Pero Javier no lo sabia o no quería saberlo, aun en su corazón albergaba la esperanza de que ella le llamara aquella noche, para el tan oscura, y la llenara de colores vivos como el arco iris. Pero no iba a ser así y él lo sabia de sobra a pesar del anhelo que sentía.