PODA DE FORMACIÓN Y GUÍA EN PLANTAS DE TOMATE:
Es una práctica imprescindible para las variedades de crecimiento indeterminado, que son las cultivadas mayoritariamente en la provincia de Almería.
Se realiza a los 15-20 días del trasplante con la aparición de los primeros tallos laterales, que serán eliminados, al igual que las hojas más viejas, mejorando así la aireación del cuello.
Así mismo se determinará el número de brazos (tallos) a dejar por planta. Son frecuentes las podas a 1 o 2 brazos, aunque en tomates de tipo Cherry suelen dejarse 3 y hasta 4 tallos.
Para una mejor producción, hay que podar las plantas de tomates de tal forma que contemos con solo un tallo principal, eliminando los brotes laterales, llamados comúnmente “chupones”.
Cada chupón se forma en el punto dónde nace cada hoja del tallo principal, por encima del pecíolo de la hoja (tallito de la hoja).
Si se permite que todos los chupones crezcan y produzcan frutos, aumentará la cantidad total de frutos, pero serán más pequeños y de peor calidad.
Es mejor tener un tallo principal que lleve los ramos de tomates, ya que esta práctica producirá frutos más grandes, más uniformes y de más calidad.
El corte de los chupones una vez por semana será una forma de controlar la situación.
Se aconseja dejar uno o dos chupones chicos en la parte superior de la planta. Así, si la planta es dañada y la punta de la misma se quiebra, se puede dejar que uno de estos chupones crezca y se transforme en la guía principal de dicha planta.
En general, hay que eliminar los chupones que son más grandes de unos 3-4 cms.
Es una práctica imprescindible para las variedades de crecimiento indeterminado, que son las cultivadas mayoritariamente en la provincia de Almería.
Se realiza a los 15-20 días del trasplante con la aparición de los primeros tallos laterales, que serán eliminados, al igual que las hojas más viejas, mejorando así la aireación del cuello.
Así mismo se determinará el número de brazos (tallos) a dejar por planta. Son frecuentes las podas a 1 o 2 brazos, aunque en tomates de tipo Cherry suelen dejarse 3 y hasta 4 tallos.
Para una mejor producción, hay que podar las plantas de tomates de tal forma que contemos con solo un tallo principal, eliminando los brotes laterales, llamados comúnmente “chupones”.
Cada chupón se forma en el punto dónde nace cada hoja del tallo principal, por encima del pecíolo de la hoja (tallito de la hoja).
Si se permite que todos los chupones crezcan y produzcan frutos, aumentará la cantidad total de frutos, pero serán más pequeños y de peor calidad.
Es mejor tener un tallo principal que lleve los ramos de tomates, ya que esta práctica producirá frutos más grandes, más uniformes y de más calidad.
El corte de los chupones una vez por semana será una forma de controlar la situación.
Se aconseja dejar uno o dos chupones chicos en la parte superior de la planta. Así, si la planta es dañada y la punta de la misma se quiebra, se puede dejar que uno de estos chupones crezca y se transforme en la guía principal de dicha planta.
En general, hay que eliminar los chupones que son más grandes de unos 3-4 cms.