Garbancito
En una colina a orillas de un río vivia un matrimonio que tenía un niño tan pequeñito que todos le conocían con el nombre de Garbancito. Tan chiquitín era que su mamá para verle tenía que ponerse las gafas y colocarle en la palma de su mano.
- ¡Ay! marido, ¿qué podremos hacer con este niño? Es tan chiquitito.......
-No te importa mamá, lo principal en las personas es que sean listas y yo soy muy listo, mamá.
-Pero hijo, ¿qué es lo que tú puedes hacer con tu estatura? En fin, paciencia...... Anda marido llévate el caballo al prado para que paste hasta que sea hora de ir al pueblo.
-Déjame llevarle a mi papá, quiero llevar el caballo al prado.
-No le hagas caso, ¿cómo va a llevar el caballo?
-Sí papá mira, ponme en la oreja del caballo.
Su papá, colocó a Garbancito en la oreja del caballo, quién se sujetó muy fuerte para no caerse al tiempo que decía:
- ¡Arre caballo! ¡Vamos al prado!
El caballo obedeció a la voz de nuestro amiguito, aunque bien es verdad, que no sabía de donde le venía la orden. Garbancito se puso muy contento al ver que su montura seguía sus instrucciones. Tan contento estaba que se puso a cantar una canción:
-"..... Soy muy chiquitito, soy muy chiquitito, pero ya verán, cómo muchas cosas, cómo muchas cosas, puedo yo lograr.... Soy muy chiquitito, soy muy chiquitito, pero ya verán, cómo muchas cosas, cómo muchas cosas, puedo yo lograr...."
Y de esta manera, entre "arres y sos", consiguió llegar con su caballo al prado. Iba ya a marcharse para su casa cuando pasaron por allí dos hombres de muy mal aspecto que despertaron las sospechas de Garbancito. Trató de esconderse entre las piernas del caballo, con peligro de ser aplastado, pero ellos le vieron y........
- ¿Quién eres tú, comidejo? Pero si eres más pequeño que una bola del "guá"
-Bueno y qué, yo siendo tan pequeño puedo hacer muchas cosas que usted, tan grandote no podría hacer.....
- ¡Jajaja! Como..... ¿por ejemplo?
- ¿Se burla usted de mi? Pues no se lo digo....
Garbancito se dio cuenta enseguida de que aquellos hombres eran ladrones y tuvo una idea......
-Como por ejemplo ¿qué? ¡Vamos acaba!
-Pues....... como por ejemplo entrar en las casas por debajo de la puerta y abrir luego por dentro..... y meterme por el ojo de una cerradura. ¡Eh! ¿Qué tal?
-Pues tienes razón..... ¿Quieres unirte a nosotros? ¡Vaya mina! En poco tiempo nos haremos ricos.
-De acuerdo pero con la condición de que la primera casa que iremos a robar será a la del alcalde, es el más rico del pueblo. Yo entraré en la casa y cuando todos duerman yo os abriré la puerta, ¿de acuerdo?
A los ladrones les pareció la idea de rechupete y así lo acordaron. Garbancito se introdujo en la casa con intención de delatar a los ladrones, pero por desgracia el alcalde no estaba allí. Esperando a que volviera se escondió en el establo entre la alfalfa de las vacas; En esto, llegó el criado encargado de dar de comer a los animales y tomando una brazada de alfalfa..... ¡zas! al pesebre con nuestro buen amiguito dentro........ Caer en el pesebre y encontrarse en el estómago de la vaca fue todo uno.
- ¡Toma ya, esto si que es bueno! Que oscuro está todo...... ¿Cómo me las arreglo yo para salir de aquí? Vamos a ver..... Garbancito piensa....
Pensando estaba cuando oyó la voz del alcalde que ya había vuelto del ayuntamiento donde tenía una reunión. Al oirle Garbancito, empezó a dar grandes voces....:
- ¡Señor alcalde, señor alcalde, eh.... señor alcalde!
- ¿Ehh, hummm? ¿Quién me llama? ¿De dónde vienen esas voces? ¿Quién es?
-Soy yo señor alcalde, soy Garbancito que estoy en la tripa de la vaca pintona; Al comer un bocado de la alfalfa me ha tragado y no puedo salir.
El alcalde no salía de su asombro, no sabía qué hacer, pensó llamar a los bomberos o al veterinario; Pero Garbancito que estaba pensado intensamente tuvo una idea genial. Con una ramita de alfalfa comenzó a hacer cosquillas en el estómago a la vaca. Ésta empezó a toser y a estornudar a un tiempo, y en uno de esos estornudos echó fuera a nuestro héroe.
-Hola señor alcalde, soy garbancito, ¿cómo está usted?
Garbancito contó al alcalde el plan que había tramado para atrapar a los ladrones. Esperaron que se hiciera bien de noche, cuando abrió la puerta de la casa, los guardias que habían sido alertados por el alcalde pescaron a los ladrones con las manos en la masa y fueron conducidos a la cárcel del pueblo. El señor alcalde recompensó a nuestro amiguito con la vaca que se le había tragado; Luego le envió a su casa. Tirando de la vaca iba Garbancito cantando:
-"..... Soy muy chiquitito, soy muy chiquitito, pero ya verán, cómo muchas cosas, cómo muchas cosas, puedo yo lograr.... Soy muy chiquitito, soy muy chiquitito, pero ya verán, cómo muchas cosas, cómo muchas cosas, puedo yo lograr...."
FIN
En una colina a orillas de un río vivia un matrimonio que tenía un niño tan pequeñito que todos le conocían con el nombre de Garbancito. Tan chiquitín era que su mamá para verle tenía que ponerse las gafas y colocarle en la palma de su mano.
- ¡Ay! marido, ¿qué podremos hacer con este niño? Es tan chiquitito.......
-No te importa mamá, lo principal en las personas es que sean listas y yo soy muy listo, mamá.
-Pero hijo, ¿qué es lo que tú puedes hacer con tu estatura? En fin, paciencia...... Anda marido llévate el caballo al prado para que paste hasta que sea hora de ir al pueblo.
-Déjame llevarle a mi papá, quiero llevar el caballo al prado.
-No le hagas caso, ¿cómo va a llevar el caballo?
-Sí papá mira, ponme en la oreja del caballo.
Su papá, colocó a Garbancito en la oreja del caballo, quién se sujetó muy fuerte para no caerse al tiempo que decía:
- ¡Arre caballo! ¡Vamos al prado!
El caballo obedeció a la voz de nuestro amiguito, aunque bien es verdad, que no sabía de donde le venía la orden. Garbancito se puso muy contento al ver que su montura seguía sus instrucciones. Tan contento estaba que se puso a cantar una canción:
-"..... Soy muy chiquitito, soy muy chiquitito, pero ya verán, cómo muchas cosas, cómo muchas cosas, puedo yo lograr.... Soy muy chiquitito, soy muy chiquitito, pero ya verán, cómo muchas cosas, cómo muchas cosas, puedo yo lograr...."
Y de esta manera, entre "arres y sos", consiguió llegar con su caballo al prado. Iba ya a marcharse para su casa cuando pasaron por allí dos hombres de muy mal aspecto que despertaron las sospechas de Garbancito. Trató de esconderse entre las piernas del caballo, con peligro de ser aplastado, pero ellos le vieron y........
- ¿Quién eres tú, comidejo? Pero si eres más pequeño que una bola del "guá"
-Bueno y qué, yo siendo tan pequeño puedo hacer muchas cosas que usted, tan grandote no podría hacer.....
- ¡Jajaja! Como..... ¿por ejemplo?
- ¿Se burla usted de mi? Pues no se lo digo....
Garbancito se dio cuenta enseguida de que aquellos hombres eran ladrones y tuvo una idea......
-Como por ejemplo ¿qué? ¡Vamos acaba!
-Pues....... como por ejemplo entrar en las casas por debajo de la puerta y abrir luego por dentro..... y meterme por el ojo de una cerradura. ¡Eh! ¿Qué tal?
-Pues tienes razón..... ¿Quieres unirte a nosotros? ¡Vaya mina! En poco tiempo nos haremos ricos.
-De acuerdo pero con la condición de que la primera casa que iremos a robar será a la del alcalde, es el más rico del pueblo. Yo entraré en la casa y cuando todos duerman yo os abriré la puerta, ¿de acuerdo?
A los ladrones les pareció la idea de rechupete y así lo acordaron. Garbancito se introdujo en la casa con intención de delatar a los ladrones, pero por desgracia el alcalde no estaba allí. Esperando a que volviera se escondió en el establo entre la alfalfa de las vacas; En esto, llegó el criado encargado de dar de comer a los animales y tomando una brazada de alfalfa..... ¡zas! al pesebre con nuestro buen amiguito dentro........ Caer en el pesebre y encontrarse en el estómago de la vaca fue todo uno.
- ¡Toma ya, esto si que es bueno! Que oscuro está todo...... ¿Cómo me las arreglo yo para salir de aquí? Vamos a ver..... Garbancito piensa....
Pensando estaba cuando oyó la voz del alcalde que ya había vuelto del ayuntamiento donde tenía una reunión. Al oirle Garbancito, empezó a dar grandes voces....:
- ¡Señor alcalde, señor alcalde, eh.... señor alcalde!
- ¿Ehh, hummm? ¿Quién me llama? ¿De dónde vienen esas voces? ¿Quién es?
-Soy yo señor alcalde, soy Garbancito que estoy en la tripa de la vaca pintona; Al comer un bocado de la alfalfa me ha tragado y no puedo salir.
El alcalde no salía de su asombro, no sabía qué hacer, pensó llamar a los bomberos o al veterinario; Pero Garbancito que estaba pensado intensamente tuvo una idea genial. Con una ramita de alfalfa comenzó a hacer cosquillas en el estómago a la vaca. Ésta empezó a toser y a estornudar a un tiempo, y en uno de esos estornudos echó fuera a nuestro héroe.
-Hola señor alcalde, soy garbancito, ¿cómo está usted?
Garbancito contó al alcalde el plan que había tramado para atrapar a los ladrones. Esperaron que se hiciera bien de noche, cuando abrió la puerta de la casa, los guardias que habían sido alertados por el alcalde pescaron a los ladrones con las manos en la masa y fueron conducidos a la cárcel del pueblo. El señor alcalde recompensó a nuestro amiguito con la vaca que se le había tragado; Luego le envió a su casa. Tirando de la vaca iba Garbancito cantando:
-"..... Soy muy chiquitito, soy muy chiquitito, pero ya verán, cómo muchas cosas, cómo muchas cosas, puedo yo lograr.... Soy muy chiquitito, soy muy chiquitito, pero ya verán, cómo muchas cosas, cómo muchas cosas, puedo yo lograr...."
FIN