"Dios, que triste es navegar sin aire en las velas que te puedan empujar, cuando las olas no te quieren alejar de tu triste soledad"
Hasta mas tarde
Hasta mas tarde
LA SERPIENTE Y LA LIMA
En casa de un cerrajero
entró la serpiente un día,
y la insensata mordía
en una Lima de acero.
Díóle la Lima: «El mal,
necia, será para ti;
¿Cómo has de hacer mella en mí..
que hago polvos el metal?»
Quien pretende sin razón
al más fuerte derribar,
no consigue sino dar
coces contra el aguijón.
En casa de un cerrajero
entró la serpiente un día,
y la insensata mordía
en una Lima de acero.
Díóle la Lima: «El mal,
necia, será para ti;
¿Cómo has de hacer mella en mí..
que hago polvos el metal?»
Quien pretende sin razón
al más fuerte derribar,
no consigue sino dar
coces contra el aguijón.